miércoles, 13 de noviembre de 2013

RAZAS Y GRUPOS ÉTNICOS EN COLOMBIA

LOS EMBERA

Los Embera son un pueblo amerindio del occidente de Colombia y el oriente de Panamá. Son unas 60 mil personas. Se conocen como emberá katío a los que habitan en el alto Sinú y el alto San Jorge, departamento de Córdoba y en Urabá; en Colombia, embera chamí a los que viven en las cordilleras occidental y central de los Andes colombianos, departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío y Valle; Chocoes o simplemente Emberá a los que habitan las cuencas del río Baudó y del bajo San Juan, municipios de Istmina, Alto Baudó y Pizarro; el río Curiche, municipio de Juradó en el Chocó (Colombia); y en la Comarca Emberá-Wounaan en el Darién (Panamá); y como eperara siapidara o epená, a los de la costa Pacífica de los departamentos de Valle, Cauca y Nariño en Colombia.
En Panamá se les acostumbra llamar emberá (con tilde), siguiendo la tendencia del español panameño de convertir las palabras en agudas. Emberá significa literalmente: "La gente del maíz".

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LOS GITANOS


Los Gitanos llegaron a Colombia hace unos 250 años durante la época de la colonia. Pertenecen casi en su totalidad al subgrupo denominado Cíngaro Kalderash, en los que sobresalen los linajes o clanes Bolochoc. Hoy se estima que existen en el país alrededor de ocho mil; mil quinientos en Bogotá. Se mueven especialmente en barrios del sur como La Pradera, Trinidad Galán, Marsella, Puente Aranda, Siete de Agosto, La Francia, La Igualdad, entre otros. En los Santanderes (Bucaramanga, Girón y Cúcuta), Magdalena, Nariño y Valle, están los mayores núcleos. Hoy por razones como el orden público, la inseguridad de las carreteras, la tecnología y la modernización, las tradiciones Gitanas están siendo afectadas: la instalación de carpas, la lectura de la mano y el nomadismo.


El antropólogo Hugo Alejandro Paternina Espinosa, quien ha investigado sobre esta cultura en Colombia, afirma que la desaparición de la vida en las carpas es una de las profundas transformaciones de los Gitanos. Desde hace unos veinte años, no volvieron a instalarlas ni a hacer fogatas, con excepción de Pasto (Nariño), donde todavía unos pocos reductos los hacen.

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LOS WAYUU
Los Wayúu son gente de arena, sol y viento, llevan adentro la moral del desierto, han resistido durante siglos en la península de la Guajira, son grandes artesanos, y comerciantes, luchadores incansables por sus derechos históricos, que han sido muy violentados por la discriminación y el racismo.
Distribución: Habitan en el estado Zulia, Mérida y Trujillo y su territorio originario es denominado la Guajira, en el Municipio Páez, habitan entre Colombia y Venezuela, porque son anteriores a la creación de los estados nacionales, que no tomaron en cuenta su historia y sus costumbres al momento de establecer los limites geográficos. Es una zona casi desértica y consecuentemente muy seca y árida, por ello una de sus necesidades y solicitudes más frecuentes es la democratización del agua y la posibilidad de acceso al agua potable.
Población: Es el pueblo más numeroso del país, representan aproximadamente el 10% de la población del estado Zulia, sobrepasan los trescientos mil habitantes.

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LOS SALIVAS


Los grupos a que nos referimos hoy son los Guahibo y los Sáliva de los Llanos Orientales. Los Guahibo constituyen una familia lingüística independiente. Habitantes de las sabanas del Orinoco al oriente de Colombia, en un área comprendida entre los ríos Meta, al norte del Guaviare y al oriente del Manacacías. Este grupo lingüístico comprende una serie de subgrupos, entre los cuales podemos citar: los Cuiva de los ríos Ariporo y Aguasclaras en Arauca y Casanare; los Guayabero que habitan hoy las riberas del Guaviare; los Amorúa, Chiricoas y Yaruro prácticamente desaparecidos hoy de nuestro territorio. Se encuentran algunos Yaruro en los llanos de Venezuela. Los Sikuani de las sabanas del Vichada también pertenecen a la familia lingüística Guahibo. Actualmente no representan demográficamente un alto porcentaje sobre la población total de los Llanos de Colombia. La población Guahibo fluctúa entre 5.000 y 10.000 habitantes, constituyéndose en un núcleo de población indígena importante respecto a otras áreas indígenas del país. Se encuentran también grupos Guahibo alrededor de San Juan de Manapiare en Venezuela, en un número aproximado de 5.000 individuos.
La comunidad sáliba es reconocida dentro del panorama de las comunidades indígenas de los Llanos Orientales como la etnia que tal vez ha sufrido con mayor rigor el proceso de aculturación, ya que desde el siglo XVII han venido siendo "civilizados", principalmente a través del adoctrinamiento en la fe cristiana. Sin embargo, tal y como nos lo muestra la investigadora Hortensia Estrada, esta comunidad conserva aún intactos muchos de sus conocimientos y prácticas ancestrales, especialmente en lo que al uso de plantas medicinales se refiere. Este escrito nos presenta, entonces, un panorama de las cada vez menos frecuentes prácticas tradicionales de esta comunidad ligadas a las nociones de salud y enfermedad, tales como los rituales del paso de niña a mujer, los rituales para la fertilidad, la curación e imposición de enfermedades, entre otros. En medio de este contexto de constante abandono de elementos socio-culturales y lingüísticos tradicionales, resaltan las creencias sáliba acerca del poder de los médicos tradicionales (yerbateros, yoperos, rezanderos, piacheros y brujos) tanto para curar como para imponer enfermedades.

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LOS AFROCOLOMBIANOS 

 RAZA NEGRA EN COLOMBIA
La población negra de Colombia se constituye con los descendientes de africanos de las etnias provenientes del Africa ecuatorial, esclavizados y traídos a América desde la época de la Colonia, en el siglo XVI. Su llegada tiene lugar dentro de los inicios del capitalismo mundial, cuando la colonización europea introduce esclavos en el continente americano para la explotación de materias primas como el algodón, azúcar, arroz, tabaco entre otros. Ingresan legalmente al país por Cartagena de indias, haciendo parte de la trata de negros, en un mercado dominado por Holandeses y Portugueses; como contrabando, llegan por el Litoral Pacifico a Buenaventura, Charambirá y Gorgona, o por el Atlántico a las costas de Riohacha, Santa Marta, Tolú y el Darién.
Los afrocolombianos fueron ubicados en zonas calidas, selváticas o en las costas, en ambientes similares a los de su natal Nigeria, Gabón, Congo, entre otros. La mayor concentración se encuentra actualmente en las zonas costeras de la región del Pacifico (Departamentos del Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño) y del Caribe (departamentos de La Guajira, Magdalena, Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, Sucre y Antioquia). Así mismo, se sitúan en las regiones calidas de los valles del Magdalena, Cauca, San Jorge, Sinú, Cesar, Atrato, San Juan, Baudó, Patía y Mira. Algunos enclaves de antiguos palenques, haciendas, minas, o plantaciones bananeras, son hoy en día, núcleos significativos de población negra en casi todas las regiones del territorio colombiano.
Dentro de la población negra o afrocolombiana se pueden diferenciar cuatro grupos importantes: los que se ubican en el corredor del pacífico colombiano, los raizales del Archipiélago de San Andrés Providencia y Santa Catalina, la comunidad de San Basilio de Palenque y la población que reside en las cabeceras municipales o en las grandes ciudades.

Los departamentos con mayor porcentaje de afrocolombianos son Chocó, el Archipiélago de San Andres, Providencia y Santa Catalina, Valle, Bolívar y Cauca. Los que concentran aproximadamente el 50% de la población afro del país son: Valle del Cauca, Antioquia y Bolívar. La población afrocolombiana vive en la actualidad un proceso acelerado de migración hacia centros urbanos como consecuencia del desplazamiento forzado ocasionado por el enfrentamiendo de los grupos ilegales, en las regiones de Urabá y del medio Atrato y por la expansión de los cultivos ilícitos en las regiones de los ríos Patía y Naya; es así como en las ciudades de Cartagena, Cali, Barranquilla, Medellín y Bogotá reside el 29,2% de dicha población.